domingo, 7 de febrero de 2010

Casualidad

No creo en un destino, mas sí en casualidades.
Creo en ellas, porque son las que he presenciado, son las que he tenido al borde de mi mano por milésimas de segundos y ni siquiera han sido mías, porque se van, desaparecen y sólo me dejan el momento para cuestionarlas o darme una risita de esas caprichosas. Un destino, qué es eso. Varios destinos, qué son.
Casualidades como dejar a un "ex" en el paradero al momento de subir yo a la micro y encontrarme con una "ex" dentro de ella, donde las versiones quedan separadas no por el tiempo, sino que por pasos, ventana, metal y unos bombeos -esa estuvo de película-. Que mi perro haya caminado por el cerro Condell de Curicó y se haya parado en el límite de la calle; a lo lejos venía un auto, por lo cual comencé a gritarle para que viniera hacia mí, él no hacía caso y en el instante que el vehículo pasó a toda velocidad él giró su cara y el auto rozó su mejilla -los perros la tienen, ¿verdad?- y mis pulmones murieron por un segundo y no sé si me sentí más agradecida que culpable. Como que un amigo te haya hablado toda la tarde de un tío al cual se encontró -también- por casualidad hace unos días y, que al momento de dejarte cerca de casa, también se lo encuentre y se vaya con él. Que hayas querido enviarle un mensaje a un amigo y justo en ese momento te llame tu pololo, por lo que te pones a conversar tranquila en tu celular y luego al cortar, te quedas con la opción de mensaje de texto y escribes el mensaje más romántico de la historia, presionas enviar y "error", se lo has enviado a tu amigo, su polola lo lee y todo es un alboroto -yo creía que sólo sucedía en las películas-.
Como que que después de tanto andar, por fin sientes esa seguridad para entregar tanto y la persona que tenías en mente sigue pensando en alguien más, casualmente como tiempo atrás la misma persona pensaba en ti pero eras tú quien tenía a alguien a cuestas -eso es como tu cosecha-. Casualidades...casualidades...casualidades... creo que seguiré teniendo esa sonrisa-risa-cerrada de ojos desorientados cada vez que algo suceda por casualidad.