jueves, 7 de abril de 2011

La verdad

Siempre he temido contar mi historia como mía. Irónico.

sábado, 26 de febrero de 2011

De tantos amores

Hay tantas formas de sentir amor y tantas formas de clasificar.
Creo que puedo sentir cada una de ellas; aquéllos que significaron un momento, un sentimiento o una vida. Aquéllos que significaron nada. Sólo puedo clasificarlos gracias al presente que se me da cada día, y siempre es cambiante. A veces dudo, a veces los destrozo o simplemente los contemplo. No hay odio ni amor hacia ellos, sólo un trozo de estudio... hasta que renacen y los miro con los mismos ojos desaventurados que los vi por primera vez. No sé si les pasará a todos. No sé si todas las personas sabrán cómo encasillarlos o darles un fin. Yo no puedo. Es parte de mi día a día, de mi vivir. Los pienso, les tengo compasión... más tarde los vuelvo a desechar, como cada vez que vuelven a ser parte de mí. Y qué tanto, es casi un robo, ¿quién soy yo para extraerlos del presente y llevarlos al pasado desmesuradamente? El amor que alguna vez tuvieron, y eso, ha de ser razón suficiente. Porque, la verdad, no podría negar que alguna vez, de alguna manera, me hayan amado. Lo que está bien, cumpliendo con el ciclo de reconocer y reconocerse. A veces, sólo desearía que ninguno fuese tan importante como para haberlo desechado de mis sueños o mi vida... tú sabes, que fuese insignificante para aún tenerlo cerca y verlo crecer, pero es un sentimiento correcto y muy genuino. Que todos se vayan a la mierda... quizás es más justo.